HUELLAS

OBSTRUCCIÓN 4 

Para la obstrucción cuatro, decidimos continuar retratando a Gonzalo y la altura que intentamos generar de este personaje, en su cuarto. Si bien lo venimos trabajando, no existe un espacio que retrate mejor su huella, su impronta personal y lo más íntimo de sí, que su cuarto. De esta manera generamos dos opciones.

 En la opción número uno, creemos que connota más su realeza, su prolijidad y a la vez su desprolijidad, en esos objetos que indican su vivacidad, su uso, como lo son los papeles sobre la mesa. Por otra parte, los objetos como el globo, los cuadros, los discos, nos permiten ver ese lado prehistórico, obsoleto y a la vez artístico que nos ha dejado ver Gonzalo. Nos adentramos en el detalle, en cada  uno de los elementos que componen ese lugar que usualmente habita nuestro personaje, y que hemos visto en otros encuadres, pero que esta vez se nos acerca hacia nosotros.

 En cuanto a la opción número dos, se nos presenta una parte del cuarto que no habíamos visto. Un instrumento que no sabíamos que tocaba, una cama que había aparecido tímida ante la cámara y que en este encuadre toma personalidad, toma forma y nos cuenta donde duerme nuestro personaje enaltecido. Nos muestra esta antigüedad que mencionamos antes, a la vez contrastada por la aparición de este teclado. En el encuadre, también aparece un cuadro que refleja la silla en donde solía sentarse Gonzalo en las otras obstrucciones. A la vez, en este cuadro existe la forma de un hombre, connotando las huellas de una persona que aunque no esté presente, esta.

Otra opción: